En Enfermería en Vena estamos conociendo a las EIR que acaban de comenzar la residencia en el Servicio Riojano de Salud, una etapa formativa de dos años que las convertirá en enfermeras especialistas.
Carmen López Velasco es residente de primer año de la especialidad Obstétrico-Ginecológica (matrona).
P. ¿Recién graduada o ya cuentas con experiencia profesional?
R. Me gradué en 2016. Desde entonces he estado trabajando en distintos servicios y unidades. El primer año, tras salir de la carrera, en Málaga y el resto en Euskadi.
P. ¿Qué expectativas tenías sobre los servicios e instalaciones de La Rioja y el Hospital San Pedro? ¿Eran como te lo esperabas?
R. Mi única expectativa es que mi formación sea la adecuada para conseguir ser una buena profesional. De momento he visto poco y no puedo decir si son como esperaba o no.
P. ¿Cómo está siendo proceso de adaptación en el SERIS?
R. La adaptación no está siendo fácil, ya que al no conocer nada del Sistema Riojano de Salud me está costando desenvolverme. Tengo muy interiorizada la forma en que funcionan Osakidetza y el SAS y me genera algo de estrés no controlar el funcionamiento en general.
P. ¿Dónde o en qué servicio has empezado?
R. He empezado en el CARPA, en consultas externas de Obstetricia y Ginecología.
P. ¿Sabes ya por dónde vas a rotar?
R. Sí claro, el primer día nos dieron un cronograma con las distintas rotaciones. Rotaremos desde Atención Primaria, consultas externas, planta de hospitalización, paritorio…
P. En el EIR 2026, la de Obstétrico-Ginecológica es la segunda especialidad con mayor oferta de plazas. Además, es la más popular entre los EIR ¿Te sientes una privilegiada por haber podido elegirla?
R. Yo no hablaría de privilegio sino de constancia, sacrificio y disciplina. No me siento una privilegiada por estar donde estoy. Estoy aquí porque he dedicado muchas horas de mi tiempo en conseguir una plaza para formarme y desarrollarme a nivel profesional. Lo que he conseguido ha sido por mi esfuerzo y dedicación.
P. Dicen que esta especialidad es muy vocacional y que ese es el principal motivo por el que es tan deseada. En tu caso ¿por qué la elegiste?, ¿tuviste esta vocación tan definida desde el principio?
R. Yo tenía claro desde que empecé la carrera de Enfermería que quería ser matrona. Mi vocación está desde entonces, pero también mi vocación por la enfermería. Estoy orgullosa de ser enfermera y estaré orgullosa (cuando llegue el momento) de ser matrona.
P. ¿Qué aspectos de esta especialidad te resultan más atractivos o importantes?
R. Aparte de la vocación, lo atractivo de esta especialidad es, precisamente, que eres especialista. Te vas a formar para ello, vas a saber muchísimas cosas sobre obstetricia y te vas a convertir en “experta” en ese ámbito. Los cuidados que ofrezcas van a ser de muchísima más calidad porque te has especializado para ello. El tomar decisiones y la autonomía que tienen las matronas también me parece algo importante para empoderar nuestra profesión y nuestra figura.
«Estoy aquí porque he dedicado muchas horas de mi tiempo en conseguir una plaza para formarme y desarrollarme a nivel profesional. Lo que he conseguido ha sido por mi esfuerzo y dedicación»
P. ¿Dónde te gustaría trabajar en el futuro? ¿Hospital, atención primaria, investigación, docencia?
R. Creo que cuando empezamos la residencia la mayoría decimos que queremos trabajar en paritorio. Sinceramente yo soy una de ellas. No me importaría trabajar en Atención Primaria. Me gusta mucho el seguimiento en el tiempo del paciente y la educación sanitaria. Creo que es algo bonito y desde donde se le puede sacar mucho partido a los recursos de los que disponemos.
P. ¿Te planteas seguir formándote o incluso especializarte más adelante en otra área?
R. Me seguiré formando como enfermera que soy y posteriormente como matrona para ampliar conocimientos y estar actualizada (cursos, másteres, expertos…) Si a lo que te refieres es a hacer otra especialidad, la verdad es que no, no me lo planteo.
P. ¿Qué es lo mejor y lo peor de la especialidad?
R. No creo que haya una cosa mejor y peor. Creo que cada una vive la especialidad desde sus valores, conocimientos y práctica. A día de hoy lo que peor llevo es que, después de estar 9 años trabajando, vuelvo a ser alumna. Por otra parte, apenas llevamos un mes en contacto con la especialidad, por lo que no puedo decir mucho mas.
P. ¿Confías en poder trabajar como enfermera especialista cuando termines la residencia?
R. Sí, sí que confío. A día de hoy hay escasez y se necesitan matronas.
P. Supongo que es muy pronto para decirlo, pero ¿se te ha pasado por la cabeza quedarte en Logroño una vez finalices la especialidad?
No, la verdad. Mi familia, a día de hoy, la tengo en Euskadi y pretendo volver cuando la termine.
«Mi única expectativa es que mi formación sea la adecuada para conseguir ser una buena profesional»
Cambio de localidad y adaptación
P. ¿De dónde vienes?
R. Soy de un pueblo de Málaga, Antequera, pero llevo desde 2018 viviendo en Euskadi. Pero ser, soy malagueña..
P. ¿Cómo te sientes con el cambio de ciudad?
R. Me está costando un poquito adaptarme al cambio, no porque no me guste Logroño, sino por mi situación personal. “Mi vida” la tengo en otra ciudad y eso es una realidad.
P. ¿Qué estás descubriendo de Logroño y La Rioja? ¿Hay algo que te haya sorprendido positivamente?
R. Descubrir la verdad que todavía poco porque no tengo tiempo entre prácticas, trabajos, etc. De momento solo puedo decir que es una ciudad que no me disgusta.
P. ¿Qué mensaje darías a otras enfermeras que estén pensando en hacer esta especialidad y también a futuros residentes que se estén planteando la opción de venir a Logroño a hacer el EIR?
R. De momento no puedo contestar a ello porque acabamos de empezar, pero en unos meses, si me preguntas, te lo puedo contestar.

El Colegio de Enfermería de La Rioja no se hace responsable de las opiniones expresadas por las personas entrevistadas.