Entrevista a Esther Campino López-Davalillo

Hoy charlamos con la Enfermera Especialista en Salud Mental y coordinadora de casos del programa Cuidándo-nos.

Esta semana, en nuestra sección de entrevistas Enfermería en Vena, hemos entrevistado a la enfermera especialista en Salud Mental que se encarga de gestionar el programa de salud emocional para colegiadas Cuidándo-nos

Enfermera especialista en Salud Mental, Esther Campino fue seleccionada por el Colegio de Enfermería de La Rioja para ser la coordinadora de casos del programa Cuidándo-nos, una iniciativa promovida desde la entidad colegial para dar apoyo a las colegiadas afectadas por trastornos de salud mental causados o relacionados con el entorno laboral.

Más de veinte años de práctica profesional avalan a Esther Campino como especialista en Salud Mental ‘trabajando a pie de cama’ durante 16 años en la Unidad de Agudos de Psiquiatría, 3 años en el Hospital de Día de Salud Mental y 4 años más en gestión hospitalaria en el Hospital General de La Rioja, a cargo fundamentalmente de Psiquiatría y Geriatría.

Actualmente trabaja como enfermera generalista en el equipo de atención comunitaria en la Zona Básica de Salud de Haro, pero sin desvincularse de la salud mental, su especialidad, que sigue ejerciendo a través del programa Cuidándonos y en la que continúa formándose (ahora terminando el Grado de Psicología).

P. ¿Es verdad eso que dicen que a las enfermeras nos encanta cuidar, pero nos cuesta dejarnos cuidar?

R. Sin ánimo de generalizar, es cierto que las enfermeras, como otros muchos grupos profesionales, desempeñamos un rol laboral cuyo foco es siempre “el otro”. Este creo que es uno de los numerosos motivos que dificulta el solicitar ayuda profesional.

P. ¿Reconocer que somos vulnerables y normalizar los problemas de salud mental supone una liberación para el que lo sufre y es el primer paso para sanar?

R. Rotundamente sí, con un matiz: sólo necesitamos permitirnos reconocer esa vulnerabilidad frente a nosotros mismos. A menudo son nuestras creencias y miedos los que nos paralizan. El miedo a sentirse juzgado por otro profesional. El miedo a la enfermedad… La creencia de sentirse inferior…Son muy variados y en cada persona diferentes.

P. ¿Por qué elegiste salud mental dentro de la enfermería?

R. Yo no elegí la salud mental, la salud mental me eligió a mí. Obtuve el número cinco en mi oposición, las tres primeras personas eligieron geriatría y los demás elegimos lo que quedó. Y aunque ahora está muy de moda, hace veinticinco años la salud mental era una gran desconocida.

P. ¿Cómo fue tu formación para convertirte en enfermera especialista en Salud Mental?

R. Fundamentalmente basada en la experiencia; la formación académica especializada vino después y sigue en la actualidad, que sigo formándome para terminar el Grado de Psicología. Creo que es muy bueno combinar la experiencia en el puesto con la formación teórica y uniendo ambos perfiles tenemos profesionales de alto valor.

En Salud Mental en La Rioja disponemos de un grupo pequeño con una excelente formación y gran experiencia, que realizan una gran labor

Esther Campino en el Colegio de Enfermería de La Rioja

P. ¿Cuál ha sido el caso más desafiante y el más satisfactorio que has enfrentado como enfermera de salud mental?

R.. Satisfactorios muchos y desafiantes también, pero no quiero dejar de mencionar que cualquiera que se dedique a la Salud Mental, tarde o temprano debe de enfrentarse al suicidio de alguno de sus pacientes. Siempre hay un antes y después de ese suceso y requiere de muchas herramientas emocionales para su integración.

P. Prácticamente toda tu trayectoria laboral se ha desarrollado en el ámbito de la salud mental y ahora también ejerces como enfermera generalista. ¿Qué diferencias encuentras entre la enfermería general y la de salud mental?

R. La enfermera generalista tiene un papel crucial en todos los ámbitos pues constituye la puerta de entrada del paciente al servicio sanitario.

Todos los profesionales de los equipos de Atención Primaria forman la “primera línea de batalla” y de su destreza, criterio y derivación depende gran parte de la eficacia y calidad asistencial que ofrecemos. Para hacer bien este trabajo se requiere amplia formación y en muy distintas áreas.

Respecto a la enfermería en Salud Mental… ¡qué puedo decir yo, que he dedicado casi toda mi trayectoria profesional a esta ocupación!

En La Rioja disponemos de un grupo pequeño con una excelente formación y gran experiencia que realizan una gran labor. En la actualidad estamos en el camino de la adecuación en los puestos y en sus retribuciones.

El Colegio de Enfermería de La Rioja ha dado un paso importante consiguiendo para sus colegiadas medidas reales de mejora y bienestar emocional con el proyecto CUIDÁNDO-NOS

Actualmente eres la coordinadora de casos de Cuidándonos, un programa que el Colegio de Enfermería de La Rioja, con la colaboración del Gobierno de La Rioja, pone a disposición de todos/as sus colegiados/as que estén sufriendo cualquier trastorno emocional (estrés, depresión, ansiedad, burnout, mobbing, conductas adictivas).

P. ¿Por qué es tan necesario este programa? ¿Qué está pasando con la salud mental de las enfermeras? ¿Tenemos un diagnóstico?

R.. Bajo el lema “cuidando al que cuida” este tipo de iniciativas siempre son beneficiosas para todo el mundo. El Colegio de Enfermería de La Rioja ha dado un paso importante consiguiendo para sus colegiadas medidas reales de mejora y bienestar emocional con el proyecto CUIDÁNDO-NOS. El programa era necesario porque se ha detectado la necesidad de apoyo terapéutico a muchos profesionales que día a día gestionan en sus trabajos responsabilidad y dificultades, que pueden afectar a su salud.

P. El requisito -por así decirlo- para acceder al programa es que estos problemas de salud mental estén motivados por ‘algo’ relacionado con su puesto de trabajo que le dificulte desarrollar su actividad diaria. Así que cuándo una enfermera recurre a Cuidándonos ¿qué tanto por cierto de culpa tienen las condiciones laborales, la carga asistencial, el exceso de responsabilidad… en el trastorno que ha desarrollado?

R, Factores endógenos como la gestión emocional, el tipo de personalidad, la vulnerabilidad, etc. se ven empeorados por factores exógenos como la carga asistencial, la turnicidad, la nocturnidad. Es una suma de ambos.

La paradoja es que cada vez tenemos profesionales mejor preparados y peor tratados.

P. ¿Hasta qué punto influyen esto factores exógenos?, ¿cómo nos alteran desde el punto de vista psicológico?

R. No lo digo yo, existen trabajos publicados respecto a cifras relacionadas con la disminución de la esperanza de vida y la turnicidad y la nocturnidad, por ejemplo. Respecto a la incertidumbre laboral, tanto en la precariedad de los contratos como en la variabilidad de los servicios a cubrir no sólo estamos perjudicando al paciente, que es el más vulnerable, sino que también estamos dinamitando la base del sistema sanitario, que somos los profesionales.

Los puestos de toma de decisiones están cada vez menos valorados con lo cual acceden -en general y salvando excepciones- perfiles profesionales de bajo nivel; las decisiones están muy politizadas y no se cuenta con el asesoramiento técnico necesario, lo que hace que cada vez las decisiones sean de peor valor para el sistema, lo que perpetúa el ciclo perverso de descontento general repercutiendo en la calidad asistencial que ha sido tan excelente hasta ahora.

P. Tu eres la puerta de entrada a Cuidándonos. Tu trabajo consiste en ‘hacer el triaje’ y derivar a los usuarios, en función de su gravedad o sintomatología, a los otros profesionales -psicólogos y psiquiatra- que participan en el programa.

R. Tenemos la gran suerte de contar con un equipo multidisciplinar y hay colegiadas que requieren de la participación de varias disciplinas. La comunicación fluida entre profesionales y la eficacia asistencial es uno de nuestros puntos fuertes además por supuesto de la total confidencialidad.

Ahora está muy de moda, hace veinticinco años la salud mental era una gran desconocida

P. Pero tú también puedes resolverles su problema en esa primera llamada que recibes. ¿Con cuánta frecuencia ocurre esto? Supongo que es muy satisfactorio.

R. Normalizar lo que nos ocurre simplemente con el hecho de verbalizarlo, la accesibilidad a una orientación profesional adecuada y derivación si fuese necesario, creo es la clave de nuestro éxito.

La labor de triaje telefónico requiere de una experiencia y bagaje importantes. No se trata tanto de cuantos casos resuelve la coordinadora de casos, sino de la capacidad de discernir qué casos requieren sólo de mi intervención o también de la participación del resto de profesionales y cuáles.

P. En 2024, Cuidándonos ha atendido a veintidós personas, de las cuales solo tres eran hombres. ¿Acaso los problemas de salud mental en el ámbito sanitario tienen género femenino o es que ellos simplemente se los callan?

R. Nuestra profesión sigue siendo mayoritariamente femenina, aunque las cifras van cambiando. Ello hace que la proporción de mujeres que necesitan ayuda sea mayor que la de los hombres. Si bien es cierto, los hombres acuden tarde y en peores condiciones a los servicios de Salud Mental en general y eso es algo cultural.

Cualquiera que se dedique a la Salud Mental, tarde o temprano debe de enfrentarse al suicidio de alguno de sus pacientes

P. ¿Qué opinas sobre el estigma que todavía existe en torno a la salud mental?

R. Eliminar el estigma sigue siendo una quimera. Seguimos considerando las enfermedades mentales de segundo nivel y lo único que hacemos es disfrazar la realidad. Seguimos incapacitando porque es más cómodo que integrar a todos los niveles. Y en ese sentido, quiero destacar aquí la inestimable labor de ARFES (Asociación Riojana de Familiares de Enfermos de Salud Mental) por su apoyo incondicional al paciente de salud mental.

P. ¿Qué has aprendido de ti misma trabajando en salud mental?

R. De la salud mental en general, lo presente que está la dignidad en todos los seres humanos, más aún cuando estamos enfermos, la importancia de pedir ayuda profesional cuando la necesitamos y la suerte que supone encontrar profesionales humanos y preparados en nuestro camino cuando nos hacen falta.

A nivel personal, a trabajar la flexibilidad cognitiva, la mirada compasiva hacia los demás y hacia uno mismo, la empatía y sus límites para poder ser útil en tu trabajo, a no dejar de sorprenderte ni de preguntarte cosas.

En definitiva, parafraseando a algún filósofo importante, he aprendido que “hay mucho más de lo que no sé que de lo que sé”.

Más información sobre el Programa Cuidándo-nos

El Colegio de Enfermería de La Rioja no se hace responsable de las opiniones expresadas por las personas entrevistadas.