Entrevista a Juan Manuel Rodríguez Cazorla
Hoy charlamos con el Enfermero de Honor 2025
Esta semana, en nuestra sección de entrevistas Enfermería en Vena, hemos entrevistado a Juan Manuel Rodríguez Cazorla, elegido Enfermero de Honor 2025.
Enfermero del trabajo, enfermero del medio rural, el practicante del pueblo, el tesorero del COER, innovador, emprendedor, altruista, desinteresado… ‘Me considero sencillo y humano’, dice él de sí mismo.
Y es que muchos son los adjetivos, cualidades y títulos que adornan la persona de Juan Manuel Rodríguez Cazorla. Recientemente ha añadido otro más: Enfermero de Honor 2025, nombramiento otorgado por el Colegio de Enfermería de la Rioja a propuesta de los colegiados. Los 54 compañeros que le propusieron para el nombramiento destacan su altruismo y amabilidad, ‘porque siempre que se le ha pedido ayuda y colaboración, la ha ofrecido de modo solícito y desinteresado, incluso estando ya jubilado’.
Nacido en el municipio almeriense de Rioja (los de allí son riojeños), Juan Manuel llegó a nuestra Rioja por amor, ‘de eso hace ya cuarenta años’, y a la enfermería, por casualidad. Se estrenó como enfermero en el Prat de Llobregat. Después fue Cantabria, un destino muy importante en su carrera, hasta que hace cuarenta años llegó a Nájera para quedarse. ‘Me considero riojeño y riojano’ (risas)

«Me considero sencillo y humano»
P. ¿Es un honor haber sido elegio Enfermero de Honor?
R. Por supuesto, es un orgullo difícil de explicar. Me he sentido un privilegiado todo estos años en esta bonita profesión. Ahora me encuentro con algo inesperado. Sinceramente, nunca me imaginé este reconocimiento. Estoy emocionado y agradecido a todos los compañeros y compañeras por su apoyo y asombrado por todas llamadas que estoy teniendo estos días.
P. ¿Por qué crees que te eligieron entre tantos otros profesionales?
R. Supongo que han reconocido mi trabajo durante treinta años en la junta del COER. Puse todo mi empeño en hacerlo lo mejor posible.
P. Pues sí; tus valedores han destacado que gracias a tu buen hacer en la junta del COER, donde fuiste tesorero durante treinta años, hoy tenemos la actual sede colegial de la Plaza Tomás y Valiente ¿Qué recuerdos guardas de aquella etapa?
R.- Los recuerdos que tengo son de una época de inquietudes y de muchas ganas de hacer cosas y cambios. Algunas se han conseguido y otras se han quedado en el tintero. En esos años de junta se iniciaron muchas cosas como las comisiones de trabajo, la formación continuada gratuita, los primeros Encuentros de Enfermería Riojana, las excursiones para conocer rincones de La Rioja, la fiesta infantil de navidad, la revista Crónicas de Enfermería, se crearon las becas y premios y, como ya hemos dicho, la compra y el traslado a la actual sede.
P. ¿Cómo eran las cosas entonces en el COER? ¿Qué inquietudes tenían las colegiadas?
Lo que voy a decir es solo mi opinión… Pienso que la enfermería en La Rioja estaba bastante estancada, era un poco pasota, y pido perdón por la expresión, pero es lo que yo percibía. Se convocaron muchas asambleas a las que no asistió ni un solo colegiado.
P. ¿Qué te pareció volver al COER (diciembre 2024) como miembro de una junta de edad provisional?
R. Me sorprendió.
Treinta años en la junta del COER: «Los recuerdos que tengo son de una época de inquietudes y de muchas ganas de hacer cosas y cambios»

Juan Manuel en la sede del Colegio de Enfermería de La Rioja, donde formó parte de la junta de gobierno durante treinta años.
P. ¿Por qué decidiste dedicarte a la enfermería?
R. Un poco por accidente. Tenía 20 años y estaba trabajando en la SEAT en Barcelona cuando el enfermero de la empresa, con el que tenía muy buena relación, me animó a matricularme para cursar lo que entonces era ATS. Me presenté, aprobé y así empezó todo. Trabajaba de día y estudiaba de noche.
Cuando terminé, dejé la SEAT y me dediqué a ser enfermero. Mi primer trabajo fue en el Prat de Llobregat, en Urgencias. De ahí a Cantabria como enfermero en Asistencia Pública Domiciliaria (APD) en el Valle de Valderredible, en el Valle de Ruesga, en Ramales de la Victoria y en Suances. También trabajé en Urgencias en el Hospital del Mar, en Santoña.
P. Y fin del periplo, de Cantabria a La Rioja con tu mujer Julia, también enfermera y riojana.
R. Llegué hace cuarenta años a Nájera. Los primeros años como enfermero en APD, disponible las 24 horas. Después se abrió el Centro de Salud de Nájera y fui el primer responsable de enfermería de dicho centro. En esta época también trabajé en los centros rurales de Hormilla y Hormilleja.
Disponible las 24 horas
P. ¿Qué implicación personal requería ese trabajo en APD?
R. Asistencia Pública Domiciliaria -APD- lo que antiguamente, en los 80, se conocía como practicante, disponible las 24 horas y obligado a vivir en el pueblo.
P. ¿Cómo se hacía? ¿Te llamaban a tu casa e iban a buscarte?
R. Sí, sí. Y si te marchabas de casa, como no había ni móviles, ni nada, tenías que dejar un cartelito ‘estoy en casa de fulanito o en tal o cual sitio’.
P. En Nájera eres muy popular, todo el mundo te conoce, te consideran najerino y te siguen llamando el practicante. ¿No te molesta, como a otros colegas, que lo ven como un cliché anclado al pasado?
R. Es una palabra que siempre he percibido con cariño y amabilidad por parte de los pacientes.
P. ¿Hay mucha diferencia entre la enfermería en el mundo rural y la hospitalaria?
R. Muchísima. La relación con el paciente es mucho más cercana, completamente estrecha, no termina en ese momento, sino que continúas luego en la vida del pueblo. Y con el médico lo mismo. El acercamiento que tienes con la gente no tiene nada que ver con el del hospital. Y la verdad, nunca me ha gustado trabajar en los hospitales. Así que para venir a La Rioja esperé a que saliera una vacante en un pueblo.
P. Que hay de tu faceta como enfermero del Trabajo y emprendedor.
R. Me especialicé en Enfermería del Trabajo y en 1990 fundé, en Nájera, un centro asistencial para accidentes del trabajo y reconocimientos médicos con el nombre de Centro Médico Vital (luego de Mutua Universal). Me jubilé trabajando allí, como administrador y responsable del mismo.
P. ¿Qué consejo le darías a quienes están empezando en enfermería?
R. Que además de tener una excelente formación, no hay que olvidar que es una profesión a la que hay que dedicar todo el esfuerzo y humanidad para conseguir el objetivo principal que es el bienestar del paciente.
P. ¿Qué cualidades consideras esenciales para ser un buen enfermero/a?
R. Destacaría profesionalidad, pasión, trabajar en equipo, escuchar al paciente y a la familia y transmitirles confianza y seguridad.
Practicante:
«Es una palabra que siempre he percibido con cariño y amabilidad por parte de los pacientes»

Enfermero rural:
«La relación con el paciente es mucho más cercana, completamente estrecha. El acercamiento que tienes con la gente no tiene nada que ver con el del hospital»

En la imagen, Cristina Rodríguez recogiendo el galardón ‘Enfermero de Honor’ concedido a su padre en la Gala Homenaje a Enfermeros y Enfermeras de La Rioja, celebrada el 14 de mayo.
Juan Manuel no pudo asistir a la gala porque se encontraba en Roma, pero apareció en la gran pantalla de Riojaforum con un mensaje de agradecimiento
La presidenta del COER, Alicia Ibáñez, bromeó sobre esta circunstancia: «Juan está en Roma tratando de conseguir una bendición de la bandera del Colegio por parte de León XIV»